sábado, 19 de diciembre de 2009

Ben Harper (The best so far)


Los alivios que duelen son palabras, rostros, ciudades, despedidas como puños pegando a la garganta, silencios cuando no se necesitan. Duelen, y sin embargo salvan.
Uno puede reconocer aquello que llaman buenaventura, siempre y cuando, haya probado las condiciones del fracaso, no el duradero (ojalá ése lo sufrieran pocos), sino el otro, el de 5 o seis veces al año. El que no ha matado nunca a nadie, pero le da pautas para reconocer ciertas diferencias entre lo bueno y lo malo, respecto al presente. Aquellos referentes son fácilmente identificables porque se parecen a una cicatriz que tardó tomar la forma que el tiempo tenía reservado para ella.
Este disco de Ben Harper sabe un poco a eso, entra por los oídos y se va a estrellar con la boca del estómago, por dentro, con esos cuchillos que duelen, salvan.

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